Contrarrestar el fraude en los exámenes

Publicado el 17 de diciembre de 2024 ⋅ Inspiración y conocimiento

Hacer trampa en los exámenes no es precisamente algo nuevo. A lo largo de los años, los estudiantes han mostrado una creatividad casi admirable: desde notas bajo la suela del zapato hasta hojas de fórmulas disfrazadas como etiquetas de contenido en una botella de PET. Sin embargo, los avances tecnológicos han llevado las trampas a niveles completamente nuevos y, al mismo tiempo, las han hecho más difíciles de detectar.

Recuerdo un examen de matemáticas en noveno grado donde, en un breve momento de rebeldía adolescente, escribí una hoja de fórmulas en mi brazo con un bolígrafo. Durante el examen, me subí la manga con cuidado cuando el profesor no miraba. ¿El resultado? Estaba tan nervioso que lo leí mal y probablemente obtuve una peor calificación de la que habría sacado si no hubiera hecho trampa.

A pesar de mi fracaso, hacer trampa requería aún cierto conocimiento para interpretar las fórmulas y calcular las respuestas por mí mismo. Probablemente aprendí algo durante el proceso, aunque el camino fuera inapropiado.

Hoy en día, la situación es diferente. Con la ayuda de herramientas de IA como ChatGPT, los estudiantes pueden obtener no solo las respuestas, sino también cálculos detallados y explicaciones. Para tareas escritas, la IA incluso puede contribuir con estructura, argumentos y frases bien elaboradas. La pregunta es: ¿qué aprende realmente el estudiante entonces?

En este artículo, enumero algunos métodos de hacer trampa en los salones de clase actuales que pueden prevenirse. También he hablado con Sara Bruun, profesora de los cursos 7–9, sobre cómo trabaja de manera proactiva para contrarrestar el fraude.

MIMMI BERG, PRODUCT OWNER